Consejos para comprar una vivienda

En Lexxban sabemos que comprar tu hogar es una de las decisiones más importantes en tu vida.

Desde Lexxban conseguiremos que el proceso sea muy sencillo, por lo que antes de empezar a hablar de hipotecas, queremos ofrecerte los principales consejos a la hora de elegir tu casa.

Debido a las medidas de confinamiento y a la irrupción del COVID-19 en nuestro día a día, se ha puesto de manifiesto que para tener nuestro hogar es imprescindible cumplir una serie de características en base a nuestro estilo de vida y nuestras nuevas necesidades y circunstancias, las cuales te matizamos a continuación.

¿Qué debes hacer antes de elegir una vivienda?

Expectativas realistas:

Lo más importante para comenzar es que conozcas a fondo tu realidad, es decir, cuáles son tus ingresos y gastos habituales. En base a este análisis auténtico seremos capaces de ver con más detalle cuál es la cuota que puedes soportar mensualmente y calcular, a groso modo, hasta qué precio podrás buscar una vivienda. En otras palabras, tenemos que hacer una evaluación financiera personalizada.

En Lexxban este estudio te lo haremos totalmente gratuito sin ningún compromiso y de una forma muy rápida para que “no te comas la cabeza ni te vuelvas loco”.

Zona y ubicación de la vivienda:

Cuando elijas la zona en la que vas a comprar tu casa no sólo te bases en el valor económico [precio], de la vivienda, sino si la localidad se ajusta a tus necesidades y personalidad. Piensa que en tu casa pasarás una gran parte de tu vida, por lo que el nivel de satisfacción dependerá en gran medida de todo el conjunto de detalles [dónde nos gustaría que se ubicara nuestra casa, si conocemos el entorno, si está cerca de nuestros familiares, si cuenta con servicios…]. No sólo debemos limitarte a una zona, sino a todo lo que gira en torno a ella.

Servicios:

Existen varios aspectos fundamentales que debes considerar cuando vas a adquirir una vivienda. Tienes que tener en cuenta el tipo de comunicación que tiene, la cercanía a zonas comerciales, instituciones educativas, zonas de ocio, aire libre y espacios verdes, conexiones con transportes públicos y las posibilidades con respecto al lugar de trabajo, entre otros.

Tipo de vivienda:

A la hora de elegir el tipo de inmueble, hemos de destacar las diferentes clases que existen en el mercado, las cuales te mostramos a continuación:

  • Viviendas unifamiliares: se suelen ubicar en lugares menos concurridos y suelen ser adquiridas por personas que buscan mayor nivel de tranquilidad en zonas más alejadas del centro de la ciudad.
  •  Viviendas Plurifamiliares: Son aquellas que suelen tener espacios compartidos y suelen estar ubicadas en lugares con mayor comunicación y cercanas a zonas más céntricas.
  • Viviendas Libres: Este tipo de viviendas son las que se adaptan a los movimientos de mercado para fijar su valor total.
  • Viviendas Protegidas: Son aquellas viviendas reguladas por la Administración Pública, por lo que su precio está limitado.
  • de Obra Nueva: Son aquellas que no han sido habitadas con anterioridad.
  • Viviendas de Segunda Mano: Son aquellas propiedades que han sido habitadas por otros propietarios.

Piensa en las personas que lo habitarán:

A la hora de comprar una vivienda has de pensar cuántas personas van a habitar el inmueble, ya que no es la misma situación para una pareja joven que en un futuro querrá ampliar la familia, que un matrimonio que se acaba de jubilar.

Superficie y distribución de la vivienda:

Tenemos que establecer unas bases aceptables para cohabitar con relación a nuestras circunstancias personales y familiares. Principalmente, debes estudiar si los m2 son suficientes y si la distribución que posee la vivienda es útil para tu estilo de vida. El precio está directamente relacionado con el tamaño de la vivienda, pero no siempre la superficie se mide con los mismos criterios. Si te están hablando de superficie útil se refieren a los metros cuadrados que suman las habitaciones, incluidos los balcones. Si se trata de superficie construida se refieren a la superficie útil, a la que se le suman las paredes y las divisiones. Por último, la superficie computable es la superficie construida, además de la parte proporcional de zonas comunes de la copropiedad, como escaleras, ascensores, etc., señaladas en la escritura de división horizontal.

Altura y orientación:

La altura y la orientación son detalles importantes a la hora de elegir una vivienda. La calidad de vida va a depender directamente de ellos. La orientación determina si va a ser más calurosa o fría y la altura va a estar relacionada con el nivel de ruido, contaminación, etc.

Estado de la vivienda:

Se debe de mirar si la vivienda es la más adecuada para ti y tu familia. Tendremos que tener en cuenta cuáles son los materiales de construcción, si tiene un buen aislamiento térmico y acústico, hacia dónde está orientada, si está bien iluminada, si las habitaciones están bien distribuidas, si tiene plaza de garaje o trastero, si es necesario ascensor, si cuenta con un sistema de calefacción y de aire acondicionado, si debemos de realizar alguna reforma para entrar a vivir, si tiene servicios y zonas comunes, a cuánto ascienden los gastos de comunidad, si tiene certificado energético, el estado en que se encuentran las instalaciones de agua y electricidad,…

Características extraordinarias:

Se debe de analizar si la vivienda incorpora elementos como un trastero, plaza de garaje, ascensor o terraza, entre otros, y si estos son imprescindibles.

Instalaciones, acabados y energía:

Tenemos que observar con detenimiento si la vivienda cuenta con el certificado de eficiencia energético [analizando cuál es la calificación], cédula de habitabilidad, estado de la grifería y red eléctrica [principalmente enchufes]… Elegir una vivienda con una buena calificación energética te puede suponer un ahorro considerable en tus facturas.

Recursos económicos:

Debes saber con cuánto dinero dispones para llevar a cabo la compra de la vivienda. Si no dispones de ahorros, no te preocupes, Lexxban se encargará de toda la gestión, llegando a financiar una hipoteca hasta 100% + gastos.

Precio:

Según con los ingresos y gastos fijos que tengas mensualmente, así como los ahorros con los que dispongas, has de determinar con qué presupuesto cuentas para comprar tu hogar. Debes analizar con detenimiento la cuota que te quedaría al mes, ya que la cuota que resulte no puede ser superior al 35-40 % de nuestros ingresos. El mercado inmobiliario actual es diverso, y es importante tener en cuenta además de la zona, las características y calidades de la finca. En Lexxban te ayudaremos a determinar la viabilidad económica con todo detalle y decirte hasta de qué precio puedes buscar tu futura casa.

Gastos de una compra/venta:

A la hora de planificar la compra de una vivienda, es fundamental tener en cuenta cuáles van a ser los gastos que formarán parte de esta importante toma de decisión. En Lexxban te facilitaremos con todo lujo de detalles todos los aspectos que hemos de sumar al precio de la vivienda [impuestos, tasación, notaría, registro de la propiedad…].

Imagínate viviendo en ella:

Si en la casa que se visita, te imaginas positivamente viviendo en ella, es una muy buena señal.

Piensa como inversionista:

Debes meditar como un experto en inversión , pensando en una futura rentabilidad esperada, el riesgo que conlleva y el plazo. La rentabilidad será lo que obtengamos de un ingreso como renta, menos los gastos fijos y de mantenimiento y los impuestos.

Dónde buscar mi vivienda ideal:

Cuando estes buscando una vivienda, existen diferentes profesionales y espacios donde encontrar tu futuro hogar. Principalmente, destacamos que puedes contar con agencias inmobiliarias, buscadores y portales virtuales o a través de personas conocidas. En Lexxban te podemos asesorar sobre grandes profesionales que hay en tu localidad.

¿Ha llegado la hora de reservar la vivienda?

Cuando has decidido comprar tu hogar, el primer paso es hacer la reserva. Las formas, principalmente utilizadas para afianzar la compra del inmueble son las siguientes:

Contrato de reserva:

Documento que permite al comprador reservar la vivienda a cambio de pagar una cantidad a cuenta del precio de venta, mientras que el vendedor se compromete a entregarla. Se trata de un acuerdo entre ambas partes donde comprador y vendedor se comprometen y no hay posibilidad de echarse atrás.

Contrato de arras:

es un acuerdo firmado entre dos partes [comprador y vendedor], que tiene como finalidad el cumplimiento de una obligación [la compraventa de la vivienda]. De igual forma que el contrato de reserva, a la firma, se entrega una cantidad a cuenta del precio pactado del inmueble.

¿Cuáles son las diferencias más importantes que existen entre el contrato de reserva y el de arras?

A nivel de seguridad jurídica, el contrato de arras está recogido en el Código Civil, por lo que ofrece mayor seguridad, mientras que el contrato de reserva no está regulado. A nivel de rescisión, el contrato de arras es un acuerdo que se puede rescindir por cualquiera de las partes pagando la indemnización prevista en el contrato, mientras que el contrato de reserva sólo se puede rescindir si están recogidas las causas de rescisión en el contrato.

Como norma general, los contratos de arras se firman cuando se trata de una compraventa entre particulares, mientras que los contratos de reserva se realizan cuando se trata de una obra nueva, ya que suele incluir también un plan de pagos.

¿Qué debemos hacer antes de firmar cualquier contrato?

Independientemente del tipo de contrato que hayamos acordado con la parte vendedora, antes de firmar cualquier documento para poder comprar la vivienda, es conveniente que repasemos con mucha atención los siguientes detalles:

  • Estado del edificio.
  • Derramas aprobadas.
  • Si la vivienda tiene algún tipo de cargas.
  • La nota simple.
  • El estado general de la vivienda.
  • Visitar la vivienda en diferentes momentos y horas, prestando
    atención a todos los detalles [ruidos, temperatura, olores…]
  • Comprobar las instalaciones de energía, iluminación y agua.
  • Preguntar cuáles han sido las reformas que se han realizado anteriormente.
  • Leer detenidamente todas las cláusulas y condiciones generales del contrato.